Synergy Clubs no podía obviar un área tan importante como es la influencia del deporte en nuestra concepción del mundo.

Los avances tecnológicos, las redes sociales, el constante flujo de la información, la economía colaborativa o el empoderamiento de las personas, han incrementado la conciencia social ante las situaciones de emergencia que surgen a pequeña y gran escala.

Y en esta ola de cambio, la manera en que prestamos nuestro apoyo al prójimo también está evolucionando. El tradicional concepto de caridad, entendido como el dar, está dando paso a una responsabilidad por conseguir resultados, por ayudar generando conocimiento y aportando valor. Se trata de actuar de raíz en vez de aliviar carencias y por ello debemos replantearnos la manera cómo desarrollamos nuestro proyecto, nuestro modo de trabajar y nuestro modus vivendi. En esencia, no solo se trata del qué, sino del cómo.

Tanto la sociedad civil como el mundo del deporte se preguntan qué papel pueden y deben desempeñar en la mejora del mundo. El concepto de altruismo tradicional se está revisando y estamos avanzando hacia un modelo de ayuda social profesionalizado y concebido de forma estratégica donde el deporte y los deportistas de élite, pueden trasladar su experiencia de éxito, sus valores de equipo y la sinergia que generan.

La actividad deportiva tiene un protagonismo creciente en los proyectos filantrópicos, «una nueva filantropía basada en el deporte como palanca de valores: el esfuerzo, el compromiso, el trabajo en equipo, el espíritu de superación y el respeto”. Así, la profesionalización de la filantropía serviría para incrementar el impacto de estos valores transmitidos por el deporte, además de atraer inversores y filántropos.

Asimismo, estos actores muestran una exigencia creciente y aspiran a tener más información sobre las iniciativas que financian con su propio capital: «ser filántropo hoy no es fácil porque se exige la excelencia, criterios de gestión eficaz y resultados». Son muchos quienes asumen el reto en un escenario en el que deporte y filantropía son muy buenos compañeros, ya que con ambos se consigue un mundo mejor y repercuten en el beneficio de todos. Cada vez más en España vemos empresas, entidades, fundaciones y personas que ayudan al deporte de forma altruista y desinteresada, y como el deporte interactúa en todo tipo de actos solidarios.