MARIBEL LÓPEZ

Intentare resumir un poco mi vida

Nací en Sama, cuando tenía un año regresamos a vivir al pueblo de mi madre, en el concejo de El Franco. Me crie entre vacas y labranza, a los veinte años me fui a Navia donde viví hasta hace poco y donde nacieron mis dos hijos.

Hace tres años comenzó un cambio en mi vida, al cumplir los cincuenta me avisan para hacer una mamografía, a los quince días me llaman para una ecografía porque habían encontrado algo. Lo tome con calma sin darle demasiada importancia, pero con respeto, esperando resultados de pruebas y lo que el doctor me decía. Lo que más temía era que me dijeran que tenía que poner quimioterapia. “Mi madre murió de cáncer de útero”.

Con lentitud los resultados no salieron tan mal, me operaron el quiste, solo me quitaron un trocito, por la tarde ya estaba en casa, a los quince días me comunicaron que el ganglio centinela estaba sano. Las cosas no salían tan mal.

Seguí haciendo una vida normal con las molestias normales de la operación. A los dos meses radioterapia en Oviedo, todo bien, sin quemaduras.

Después de dos meses de terminar con la radioterapia comencé a sentirme más cansada, después de ir varias veces al médico y por urgencias, me dijeron que tenía “neumonitis”. En ese tiempo si creí morirme, mis fuerzas

día a día desaparecían, me recetaron corticoides y fui mejorando, pero muy activada, luego una crisis de dolor de articulaciones. En cuanto a salud lo peor ya paso.

Pero emocionalmente durante los últimos meses me di cuenta que lo peor estaba por llegar, no tenía el apoyo del entonces mi marido, sus atenciones eran para otra mujer, entonces comenzó otro tipo de cáncer, que me costó más superar y aún después de dos años de tomar decisiones difíciles, papeleos, juicios…, me cuesta.

Perdí cosas materiales, pero gané una nueva vida, una nueva ciudad, nuevos vecinos, nuevos amigos, pero sobre todo conocí a mis amigas y compañeras de “La Casa de la Vida”, de las que tenia referencias por la prensa. En el mercazoco de diciembre las encontré y desde entonces soy una más, para reír y apoyarnos unas a otras según lo necesitemos.

Gracias por estar ahí. Besos